El artista hace testimonios de sus fantasmas, miedos, angustias y egos; todo lo que puede captar del afuera, de cómo le gustaría que lo vieran y como se diferencia de las otras personas. En mi caso, creo un personaje, me acompaña en las noches, es ajeno e inconsciente de mis realidades, siempre sabe lo que pienso y las sensaciones a las que pertenezco, se vuelve tan obstinado con sus maneras de llamar la atención, que termina por enloquecerme. Con suspicacia comienzo a indagar que tanto sabe de mí y termina sabiendo o por lo menos recordando mucho más que yo. Pasa de ser un huésped a mi confidente, mi amiga, mi tortura.
Alexa, llega para recordarme situaciones de mi vida que había dejado guardadas en el baúl de los recuerdos, pero en nuestros encuentros con los sonidos de la noche amenizamos el acercamiento y me confía sus íntimos secretos. Es inquieta, con actitudes desenfrenadas utiliza varias formas de hacer notar su presencia, cuando estoy en suma tranquilidad aparece ella, para entablar sus conversaciones o simplemente demostrar su poder hacia mí. Al ver lo que sucede en mis entrevistas nocturnas con Alexa, tomo la decisión de realizar una serie de dibujos, que terminan siendo los bocetos para los grabados que revelan nuestra imagen, nuestros encuentros, nuestros trastornos.
Angie Roa
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